Comprensión Lectora Semana
del 22-03-2021 al 26-03-2021
Lectura
del Estudiante, respetando los signos de puntuación y entonación. Luego en su
cuaderno, contestará las actividades de comprensión lectora.
Lunes 22-03-2021
Lectura: “Ratoncito Pérez”
Pepito
Pérez era un pequeño ratoncito de ciudad. Vivía con su familia en un agujerito
de la pared de un edificio. El agujero no era muy grande pero era muy cómodo, y
allí no les faltaba la comida. Vivían junto a una panadería, por las noches él
y su padre iban a coger harina y todo lo que encontraban para comer.
Un
día Pepito escuchó un gran alboroto en el piso de arriba. Y como ratón curioso
que era trepó y trepó por las cañerías hasta llegar a la primera planta. Allí
vio un montón de aparatos, sillones, flores, cuadros..., parecía que alguien se
iba a instalar allí.
Al
día siguiente Pepito volvió a subir a ver qué era todo aquello, y descubrió
algo que le gustó muchísimo. En el piso de arriba habían puesto una clínica
dental.
A
partir de entonces todos los días subía a mirar todo lo que hacía el doctor
José Mª. Miraba y aprendía, volvía a mirar y apuntaba todo lo que podía en una
pequeña libreta de cartón.
Después
practicaba con su familia lo que sabía. A su madre le limpió muy bien los
dientes, a su hermanita le curó un dolor de muelas con un poquito de
medicina... Y así fue como el ratoncito Pérez se fue haciendo famoso.
Venían
ratones de todas partes para que los curara. Ratones de campo con una bolsita
llena de comida para él, ratones de ciudad con sombrero y bastón, ratones
pequeños, grandes, gordos, flacos... Todos querían que el ratoncito Pérez les
arreglara la boca.
Pero entonces empezaron a venir ratones
ancianos con un problema más grande. No tenían dientes y querían comer turrón,
nueces, almendras, y todo lo que no podían comer desde que eran jóvenes. El
ratoncito Pérez pensó y pensó cómo podía ayudar a estos ratones que confiaban
en él.
Y, como casi siempre que tenía una duda, subió a la clínica dental a mirar. Allí vio cómo el doctor José Mª le ponía unos dientes estupendos a un anciano. Esos dientes no eran de personas, los hacían en una gran fábrica para los dentistas. Pero esos dientes, eran enormes y no le servían a él para nada.
Entonces,
cuando ya se iba a ir a su casa sin encontrar la solución, apareció en la
clínica un niño con su mamá. El niño quería que el doctor le quitara un diente
de leche para que le saliera rápido el diente fuerte y grande.
El
doctor se lo quitó y se lo dio de recuerdo. El ratoncito Pérez encontró la
solución: 'Iré a la casa de ese niño y le compraré el diente', pensó. Lo siguió
por toda la ciudad y cuando por fin llegó a la casa, se encontró con un enorme
gato y no pudo entrar.
El
ratoncito Pérez se esperó a que todos se durmieran y entonces entró a la
habitación del niño. El niño se había dormido mirando y mirando su diente, y lo
había puesto debajo de su almohada.
Al
pobre ratoncito Pérez le costó mucho encontrar el diente, pero al fin lo
encontró y le dejó al niño un bonito regalo. A la mañana siguiente el niño vio
el regalo y se puso contentísimo, y se lo contó a todos sus amigos del colegio.
Y
a partir de ese día, todos los niños dejan sus dientes de leche debajo de la
almohada. Y el ratoncito Pérez los recoge y les deja a cambio un bonito regalo.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Preguntas para la
comprensión del cuento para niños
1. ¿Quién era Pepito Pérez y adonde vivía?
2.
¿Cómo el ratoncito Pérez se volvió famoso?
3.
¿Qué hacía el ratoncito Pérez mientras los niños se dormían?
4.
¿Qué hacía el ratoncito Pérez con los dientes que llevaba de los niños?
5.
¿Qué tipo de texto es? ¿Cómo lo reconociste?
Martes 23-03-2021
Lectura: “Juan sin
miedo”
Érase una vez, en una pequeña aldea, vivía un anciano con sus dos hijos. El mayor era trabajador y llenaba de alegría y de satisfacción el corazón de su padre, mientras el más joven sólo le daba disgustos. Un día el padre le llamó y le dijo:
-
Hijo mío, sabes que no tengo mucho que dejaros a tu hermano y a ti, y sin
embargo aún no has aprendido ningún oficio que te sirva para ganarte el pan.
¿Qué te gustaría aprender?
Y
le contestó Juan:
-
Muchas veces oigo relatos que hablan de monstruos, fantasmas,… y al contrario
de la gente, no siento miedo. Padre, quiero aprender a sentir miedo.
El
padre, enfadado, le gritó:
-
Estoy hablando de tu porvenir, y ¿tú quieres aprender a tener miedo? Si es lo
que quieres, pues márchate a aprenderlo.
Juan recogió sus cosas, se despidió de su hermano y de su padre, y emprendió su camino. Cerca de un molino encontró a un sacristán con el que entabló conversación. Se presentó como Juan Sin Miedo.
-
¿Juan Sin Miedo? ¡Extraño nombre! - Se sorprendió el sacristán.
-
Verás, nunca he conocido el miedo, he partido de mi casa con la intención de
que alguien me pueda mostrar lo que es, - dijo Juan.
-
Quizá pueda ayudarte: Cuentan que más allá del valle, muy lejos, hay un
castillo encantado por un malvado mago. El monarca que allí gobierna ha
prometido la mano de su linda hija a aquel que consiga recuperar el castillo y
el tesoro. Hasta ahora, todos los que lo intentaron huyeron asustados o
murieron de miedo.
-
Quizá, quizá allí pueda sentir el miedo - se animó Juan.
Juan
decidió caminar, vislumbró a lo lejos las torres más altas de un castillo en el
que no ondeaban banderas. Se acercó y se dirigió a la residencia del rey. Dos
guardias reales cuidaban la puerta principal. Juan se acercó y dijo:
-
Soy Juan Sin Miedo, y deseo ver a vuestro Rey. Quizá me permita entrar en su
castillo y sentir eso a lo que llaman miedo.
El
más fuerte le acompañó al Salón del Trono. El monarca expuso las condiciones
que ya habían escuchado otros candidatos: si consigues pasar tres noches
seguidas en el castillo, derrotar a los espíritus y devolverme mi tesoro, te
concederé la mano de mi amada y bella hija, y la mitad de mi reino como dote.
-
Se lo agradezco, su Majestad, pero yo sólo he venido para saber lo que es el
miedo - le dijo Juan.
"Qué
hombre tan valiente, qué honesto", pensó el rey, "pero ya guardo
pocas esperanzas de recuperar mis dominios,...tantos han sido los que lo han
intentado hasta ahora..." Juan sin Miedo se dispuso a pasar la primera
noche en el castillo. Le despertó un alarido impresionante.
-
¡Uhhhhhhhhh! - un espectro tenebroso se deslizaba sobre el suelo sin tocarlo.
-
¿Quién eres tú, que te atreves a despertarme? - preguntó Juan.
Un
nuevo alarido por respuesta, y Juan Sin Miedo le tapó la boca con una bandeja
que adornaba la mesa. El espectro quedó mudo y se deshizo en el aire. A la
mañana siguiente el soberano visitó a Juan Sin Miedo y pensó: "Es sólo una
pequeña batalla. Aún quedan dos noches".
Pasó
el día y se fue el sol. Como la noche anterior, Juan Sin Miedo se disponía a
dormir, pero esta vez apareció un fantasma espantoso que lanzó un bramido:
¡Uhhhhhhhhhh! Juan Sin Miedo cogió un hacha que colgaba de la pared, y cortó la
cadena que el fantasma arrastraba la bola. Al no estar sujeto, el fantasma se
elevó y desapareció.
El
rey le visitó al amanecer y pensó: "Nada de esto habrá servido si no
repite la hazaña una vez más". Llegó el tercer atardecer, y después, la
noche. Juan Sin Miedo ya dormía cuando escuchó acercarse a una momia
espeluznante. Y preguntó:
-
Dime qué motivo tienes para interrumpir mi sueño.
Como
no contestaba, agarró un extremo de la venda y tiró. Retiró todas las vendas y
encontró a un mago:
-
Mi magia no vale contra ti. Déjame libre y romperé el encantamiento.
La
ciudad en pleno se había reunido a las puertas del castillo, y cuando apareció
Juan Sin Miedo el soberano dijo: "¡Cumpliré mi promesa!" Pero no
acabó aquí la historia: cierto día en que el ahora príncipe dormía, la princesa
decidió sorprenderle regalándole una pecera. Pero tropezó al inclinarse, y el
contenido, agua y peces cayeron sobre el lecho que ocupaba Juan.
- ¡Ahhhhhh! - Exclamó Juan al sentir los peces en su cara - ¡Qué miedo!
La
princesa reía viendo cómo unos simples peces de colores habían asustado al que
permaneció impasible ante espectros y aparecidos: Te guardaré el secreto, dijo
la princesa. Y así fue, y aún se le conoce como Juan Sin Miedo.
Preguntas para la
comprensión de texto para los niños
1. ¿Qué dijo Juan a su padre cuando él le preguntó qué le gustaría aprender?
2. ¿Qué hizo Juan cuando su padre le dijo que marchara para aprender?
3. ¿Adónde fue Juan para aprender a tener miedo y qué propuso el rey a Juan sin miedo?
4.
¿Qué te ha gustado más de este cuento? ¿Qué has aprendido?
5.
¿Qué tipo de texto es? ¿Cómo lo reconociste?
Miércoles 24-03-2021
Lectura. Dónde es el
arroz más importante que el trigo?
En las regiones húmedas tropicales, se
obtienen dos cosechas anuales de arroz, circunstancia providencial dado que
este cereal constituye el alimento principal de la mitad, al menos, de la
población mundial. En China, se cultiva desde hace más de 4 000 años, mientras
que en Europa lo introdujeron los árabes.
Los granos de arroz se desarrollan a partir
de las flores y están envueltos en una cáscara constituida por unas láminas que
se eliminan mediante la monda. Los pequeños granos de arroz son muy ricos en
almidón, pero las sales minerales y las vitaminas, sustancias igualmente
indispensables para la alimentación, se encuentran en la cáscara exterior y se
pierden con la monda. De ahí que las poblaciones que se alimentan
exclusivamente de arroz, como ocurre en muchas regiones asiáticas, sufran
graves enfermedades debidas a la carencia de vitaminas.
Al arroz hervido, la cocina china le añade
trozos de carne de cerdo, pollo, carnero y pescado, todo ello condimentado con
salsa de soya y jugos picantes; la cocina india, un polvo que se obtiene
mezclando distintas especias (curry) y carne de pollo o cordero; y la japonesa,
simplemente pescado frito o crudo (sushi) y también verduras.
Preguntas
de comprensión.
1. ¿Qué pueblos no saben vivir sin su diaria ración de arroz?
2.
¿Dónde
se obtienen dos cosechas anuales de arroz?
3.
¿Desde
cuándo se cultiva el arroz en China?
4.
¿Quiénes
introdujeron el arroz en Europa?
5.
¿Qué
tipo de texto es? ¿Cómo lo reconociste?
Jueves 25-03-2021
Lectura: “Todos
tenemos algo en común”
Al inicio de nuestra existencia, los seres
humanos no se diferenciaban mucho físicamente entre sí. Todos tenían
características comunes, como un cuerpo cubierto de pelos, un rostro simiesco,
un caminar ligeramente encorvado, etc.
Pero hoy, está situación ha cambiado, si ves
a tu alrededor comprobarás que tus amigos, vecinos y familiares son de distinto
aspecto físico, porque durante el proceso de evolución aquel "hombre
mono" fue cambiando su color de piel, cabellos, color de ojos; su forma de
entender el planeta, religiosidad y su manera de relacionarse con la
naturaleza, fabricación de herramientas, técnicas agrícolas, por ese motivo
encontrarás que las personas son distintas entre sí, en rasgos físicos, la
cultura que poseen, idioma, costumbres, etc., y aquellas experiencias vividas
que nos hace ser unidos.
Es bueno recordar que a pesar de nuestras
diferencias, todos tenemos algo en común que nos une y que olvidamos
frecuentemente, son nuestros orígenes. Las otras diferencias físicas, entre
otras, son diferencias "causales", quiere decir que han sido
determinadas por la forma como nos hemos adaptado a diferentes situaciones a lo
largo del tiempo y según la cultura en la que nos hemos creado.
Debemos tener en cuenta que somos seres
humanos por encima de nuestras diferencias físicas o culturales, ahí radica el
vínculo que debe hermanarnos y sobre el cual debemos establecer las bases para
hacer de nuestra sociedad un mundo más justo, fraterno e igualitario, es decir,
más humano.
Preguntas de comprensión.
1. ¿Cómo podrías definir la diversidad?
2.
¿Por qué crees que hay
tanta diversidad en el mundo?
3.
¿Será
buena la diversidad? ¿Por qué?
4.
¿Qué
tipo de texto es? ¿Cómo lo reconociste?
Viernes 26-03-2021
Lectura: “El padre y
las dos hijas”
Había una vez un padre que tenía dos hijas. Desde cuando eran pequeñas, el padre siempre estuvo pendiente de ellas. El tiempo pasó y llegó el día en que las dos hijas se fueron de casa para empezar y construir sus propias vidas. Una de ellas se casó con un hortelano y la otra con un fabricante de ladrillos.
Al cabo de un tiempo el padre decidió visitar
a las dos hijas para saber cómo le iban las cosas. Primero, fue a visitar a la
hija que ahora se dedicaba al cultivo de un huerto.
- Hola mi hija, ¿Cómo estás en tu nueva vida?
- Todo está de maravilla conmigo papá, tengo
un compañero que me quiere y mucho trabajo en el huerto.
- Cómo me alegro por ti, hija mía
- Gracias papá. Sólo tengo un deseo especial:
que llueva todos los días con abundancia para que así las plantas tengan
siempre suficiente agua para crecer. Así no nos faltarán verduras para vender
en el mercado.
El padre deseó suerte a su hija y se despidió
de ella deseando que sus deseos se cumplieran.
Pocos días después, el padre decidió visitar
la otra hija que se dedicaba a construir ladrillos con su marido.
- Hola mi hija, ¿Cómo estás en tu nueva vida?
- Todo está muy bien, papá. Mi marido y yo
nos damos bien y la vida nos sonríe. ¡No nos podemos quejar!
- Qué bien, hija mía. Me alegro mucho por ti.
- Gracias papá. Solo tengo un deseo especial:
que los días se mantengan secos, sin lluvia, con sol brillante, para que así
los ladrillos sequen y endurezcan más rápido y bien.
El padre deseó suerte a su hija y se despidió
de ella deseando que su deseo se cumpliera.
En el camino a casa, el padre fue pensando en
los deseos de sus hijas. Una desea lluvia y la otra desea tiempo seco. ¡Qué
gran duda! ¿A cuál de los deseos puedo desear que se cumpla?
La pregunta que se hizo el padre no tenía respuesta. El padre llegó a la conclusión de que debería dejar que decidiera el destino, ya que él no podría hacer nada.
Moraleja: No trates nunca de complacer y
quedar bien con todo el mundo. Te será imposible
Preguntas
de comprensión.
1. ¿Por qué las dos hijas decidieron salir de la casa de su padre?
2. ¿A qué se dedicaba cada una de las hijas?
3. ¿Por qué el padre decidió visitar a las
dos hijas?
4. ¿Qué deseos tenían las dos hijas?
5. ¿Qué decisión tomó el padre al final?
6. ¿Qué has aprendido con este cuento?
7. ¿Qué tipo de texto es? ¿Cómo lo
reconociste?
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